LOS QUE CONFÍAN EN EL SEÑOR



      

Los que confían en el SEÑOR
son como el Monte Sion, que no puede
ser sacudido,
sino que permanece firme para siempre.
(Salmo 125:1)

En la presencia de Dios, estamos seguros y en calma, como si estuviéramos protegidos por las montañas que rodean una ciudad. Él se preocupa por nosotros como una madre se preocupa por sus hijos. Cuando los tiempos se ponen difíciles, podemos confiar en que Dios nos ayudará porque Él es poderoso y nos ama profundamente.

Es como si fuéramos árboles plantados cerca de un río, recibiendo agua constantemente para crecer fuertes y saludables. Incluso cuando soplan vientos fuertes, permanecemos firmes porque confiamos en Dios.

Entreguemos nuestros problemas y preocupaciones a Dios, pues Él siempre cuida de nosotros. Nuestra fe en Dios es como una luz brillante que nos guía incluso en los momentos más oscuros.

En todo lo que hacemos, recordemos que aquellos que confían en Dios son como una montaña que no puede ser sacudida, que permanece firme. Que esta certeza nos dé valor y alegría para vivir cada día con confianza en Dios. Amén.

Confiando en nuestro Dios inquebrantable

  • La oración diaria fortalece nuestra conexión y confianza en Dios.
  • Recuerda las promesas de Dios en tiempos de incertidumbre y dificultad.
  • Cultiva la gratitud por los pequeños y grandes favores recibidos cada día de Dios.

Para orar:
Señor, es en ti donde encuentro la fuerza necesaria para enfrentar los desafíos. Ilumina mi camino, guía mis pasos y llena mi corazón de paz. En el nombre de Jesús, amén.