La Semana Santa (Pascua) es un tiempo especial para recordar el acto de amor más asombroso que haya existido.
La historia de Jesús no solo es la más hermosa e inspiradora de todas, sino que además es la única verdadera.
Sí, Él es quien dice ser: el único que puede perdonar, redimir y dar vida eterna. Dios proveyó en Jesús al Cordero perfecto, aquel que quita el pecado del mundo:
"Al día siguiente, Juan vio a Jesús que venía hacia él y dijo: ‘¡Miren! Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo’." (Juan 1:29)
A través de Jesús, somos perdonados y liberados del poder del pecado y la muerte. Amigo/a, ¿puedes imaginar cuánto te ama? Su amor fue tan profundo que se dejó quebrantar y humillar en la cruz para que hoy puedas gozar de ser un hijo de Dios.
¡Acércate confiadamente a su presencia! No hay nada que pueda llenarte más que estar con Él y pasar tiempo a su lado llenando tu vida de su amor.
Durante los días de Semana Santa, enfoquemos nuestro corazón en el sacrificio y la victoria de Jesús. A través de recordar lo que hizo por nosotros, Él quiere renovarte, transformarte y sanarte. Cuando experimentas a Jesús, tu vida cambia por completo.
Jesucristo es la razón de nuestra adoración a Dios Padre todopoderoso por medio de su Espíritu Santo. Amén.